Una vez que nos mudamos, (al barrio Villa Rivera Indarte, Córdoba) una señora llamada Graciela vivía con nosotros, ella nos cuidaba y se quedaba haciendo los quehaceres de la casa. Era una casa bastante grande, en la que siempre buscabamos evidencias, ya que alli era una confitería (años 1950).
En el fondo había unas hiedras bastante tupidas, por lo cual con Graciela decidimos podarlas y encontramos una casita de cemento perdida en las enrredaderas. Era chiquita, blanca y con le entrada bloqueada con ladrillo. Al principio pensabamos que se trataba de una casita de un perro, pero había un jarroncito al costado de la entrada (que lo sacamos y se perdió), y nos preguntabamos qué podía hacer un perro con un jarroncito. Hasta que un día Graciela intrigada sacó los ladrillos y se encontró con un par de urnas funerarias. La "casita de perro" resultó ser un panteón, en donde descansaban los restos de antiguos dueños quizas y el jarroncito era para poner flores.
Tuve un sueño en el que veía el fondo de la casa un cementerio, lleno de tumbas, claveles y calas, etc.
Realmente era bastante incómodo tener un panteón en nuestra casa. Tiempo después en la casa se empezó a escuchar ruidos, ver sombras y pasaban una que otra desgracia. Supongo que fué por "profanar" esa tumba.
Lo que ilustré es el sueño que tuve luego de lo ocurrido.
En el fondo había unas hiedras bastante tupidas, por lo cual con Graciela decidimos podarlas y encontramos una casita de cemento perdida en las enrredaderas. Era chiquita, blanca y con le entrada bloqueada con ladrillo. Al principio pensabamos que se trataba de una casita de un perro, pero había un jarroncito al costado de la entrada (que lo sacamos y se perdió), y nos preguntabamos qué podía hacer un perro con un jarroncito. Hasta que un día Graciela intrigada sacó los ladrillos y se encontró con un par de urnas funerarias. La "casita de perro" resultó ser un panteón, en donde descansaban los restos de antiguos dueños quizas y el jarroncito era para poner flores.
Tuve un sueño en el que veía el fondo de la casa un cementerio, lleno de tumbas, claveles y calas, etc.
Realmente era bastante incómodo tener un panteón en nuestra casa. Tiempo después en la casa se empezó a escuchar ruidos, ver sombras y pasaban una que otra desgracia. Supongo que fué por "profanar" esa tumba.
Lo que ilustré es el sueño que tuve luego de lo ocurrido.
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