MAREOS
¡Ayúdame!
Las líneas rectas se contorsionan,
escapan del centro.
Me caigo, y miro el techo,
un techo nuevo cada vez.
Ilusión helicoidal,
nociva y aburrida.
No he creído en la solución
más que hacer cosas que no hacen falta.
¡Ayúdame! ¡Por Favor!
Mi interior se centrifuga
y expulsa lo que sobra.
Busco lugar para el residuo,
pero se escapa.
No puedo descargar
de ninguna manera que he planteado.
Pero no supe de alternativas:
como la cucharada colmada de azúcar.
Una vez que se me bajó la presión, ese momento en el que uno en un principio no sabe qué hacer.
Es algo cómico.
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