lunes, 6 de julio de 2009

Nuevos Mundos


De fríos cristales,
de agujas desiguales.
Cristales filosos
cristales naranjas;
una libertad de minutos,
una multitud de naranjas,
Naranjas que me dicen qué no hacer.
Naranjas que hacen gritar de dolor
en heridas causadas por filosos y fríos cristales.
Que después se secan
amarronándose,
sin embargo me sigo fijando
qué tiempo aquel,
cómo queda atrás,
y cómo lamento que se recupere
Edel Pronta sustituído;
qué tiempos de gracia
aún sin remordmientos.
Desaparecidos en el olvido
los dos que volaron
conociéndose así a la naranja y al cacao.
Cada vez el mundo se renueva,
aunque sea para mí
con dos cosas sencillas:
naranja y cacao.
Me recuerdan lo que pasa.

1 comentario:

FALLEN ANGEL dijo...

Es muy probable que la libertad naranja y la libertad marrón sean falsas libertades,pues se concibieron,paradójicamente,sin libertad....
Y en ese caso,ser libre puede resultar peligroso,muy peligroso...